La vida es una explosión de sabores, de emociones, de sensaciones. Es demasiado completa, integra y compleja a su vez como para vivirla inconscientemente, dejándola pasar sin saborear cada segundo, dejándose llevar por la desidia y la queja. La vida está demasiado viva como para vivirla en tristeza, en pena y desgracia.
¿Te has planteado como vives tu vida? Tú eres capaz de elegir si quieres sobrevivir a cada momento de tu vida o por el contrario quieres vivirlo al 100%. Mira hacia dentro, conócete y dale la mano a esa fuerza interior que está esperando que la saques. Mírate, y concede a tu introspección el primer lugar de la lista, porque solo conociendo tus fortalezas y debilidades lograras tu éxito.
Una vez seas consciente de que cosas puedes potenciar, de que es lo que tienes que aceptar y que sobretodo que es lo que quieres conseguir, empezara tu transformación. En la realidad cotidiana habita esa parte de nosotros que podemos convertir en hastío y rutina o por el contrario en una aventura apasionante que nos desafía a cada momento.
Subir a lomos de tu ser, sabiendo que habrán subidas y bajadas, pero que sabrás lo que tendrás que hacer en cada momento, ¡incluso cuando no tengas ni idea! porque confías en ti y en tus posibilidades y porque te molestas en conocerte y en mantenerte consciente. Y eso amigo da su fruto porque te conduce ni más ni menos que a la felicidad que tanto buscas y a la absoluta libertad que tanto ansias.