Abraza al miedo, acéptalo, no te resistas déjalo entrar porque está ahí para decirte algo. El miedo no es siempre malo, nos proporciona información de lo que nos pasa, nos apunta en qué dirección tenemos que seguir caminando, y cual tenemos que evitar y nos indica con que podemos seguir creciendo. Es verdad que nos desconcierta y nos confunde, pero yo decidí un día dejar de enfrentarlo y hacerme su amiga.
El límite lo marco yo, yo digo hasta donde puede y no puede entrar. Y a pesar de ser muy escurridizo y aunque alguna vez se me cuele, la verdad es que al final cada uno sabemos cuál es nuestro lugar. No dejes que te domine, conviértelo en tu aliado de aprendizaje.